miércoles, 19 de septiembre de 2012

La paz con “justicia social” no significa socialismo




En las últimas semanas la izquierda y parte de la derecha han hecho gran alharaca sobre la nueva oportunidad que tiene el país para salir de la situación de violencia que ha vivido durante varias décadas. Nuevamente las guerrillas más antiguas del continente y la democracia más anticuada de Latinoamérica se encuentran para dialogar una posible terminación del conflicto, por lo menos así lo entiende la gente cuando escucha proceso de paz. Pero como veremos en los siguientes párrafos, los venideros diálogos de paz lo único que traerán serán falsas expectativas para todas las partes (guerrillas, gobierno y lo más importante: el pueblo).

Nunca la guerrilla ha hablado de desarme, sólo de dialogo, como el dialogo hipócrita que existe entre la gente de la alta sociedad, de tal forma lo importante no es lo que se dicen entre si las partes, sino el provecho le pueden sacar al hecho de estar dialogando: reconocimiento, buena voluntad, etc. Las dos partes en confrontación lo último que piensan es que el conflicto se pueda acabar en una mesa en otro país como sucedió con la guerra de Vietnam con los acuerdos de Paris. Aquí lo importante es fortalecerse, el gobierno mostrándose como benefactor del pueblo buscado todos los caminos para lograr el bienestar y  la guerrilla buscando ganar terreno político, no para transformarse en partido político como lo es el Polo o los verdes, sino para dar a conocer su plataforma política que consideran se impondrá desde la lucha guerrillera.
 
La entrevista de Timochenko del 4 de septiembre dice “…resulta urgente enfrentar una concepción distinta, justa, realista y constructiva: una paz fundada en la verdadera reconciliación, en el entendimiento fraterno, en las transformaciones económicas, políticas y sociales necesarias para alcanzar el punto de equilibrio aceptable para todos. En la extirpación definitiva de las razones que alimentan la confrontación armada” [1] lo que llaman comúnmente paz con “justicia social”, claro, a quién no le encantaría que el gobierno hiciera todas las reformas para que el pueblo gozará de una vida digna, pero señores recuerden, no..., a la burguesía nunca se le ha derrotado en una mesa de dialogo, nunca han sido vencidos con buenos argumentos y menos con piadosas intenciones.  De tal forma, esperar que el gobierno acabe con los males que aquejan al obrero, campesino e indígena es una forma tapada de decir que este conflicto continuará por varios años, bueno no se necesita ser un genio para saber que la burguesía no renunciará a sus privilegios solo por un dialogo. 

Más adelante sigue Timochenko diciendo “llegamos a la mesa de diálogos sin rencores ni arrogancias, a plantear al Gobierno Nacional que considere importante los de abajo, que no juzgue la como ingenuidad de sus anhelos, que no los crea incapaces de emprender grandes empresas, que le reconozca su derecho a tomar parte en las grandes decisiones nacionales”. Como si los explotados en algún punto del planeta se hubieran ganado algo (por mínimo que sea) solo esperando a que los consideraran importantes.

En este punto, los radicales-astucias dirán “Obvio, estos diálogos no son como los del M-19 para entregarse y sí, las reformas que necesitan los explotados, son imposibles sin las masas alborotadas y organizadas en las calles reclamando una nueva Colombia, pero esto se construye día a día en la organización campesina, estudiantil, obrera, etc.” Claro, pero la organización de un movimiento así requiere años enteros de informar, preparar y organizar millones de personas en la conciencia de una organización económica y política distinta donde el trabajador goce de los frutos de su trabajo y no el delicado burgués que gasta su tiempo en reunionés y clubes. Varios años de únicamente cultivar la conciencia socialista, de apoyar a las organizaciones en sus luchas económicas, de estar junto a los sindicatos, indígenas y demás. 

Pero si ese movimiento de masas primero debe crearse, así, todos los militantes crean que el obrero y campesino se acuestan pensando en la paz,  si no existe la gente organizada construyendo los cambios que son la condición clave para acabar con “las raíces que alimentan la confrontación armada” nos vemos obligatoriamente destinados a ver otro fracasado diálogo de paz. Al final se dirá “la burguesía y el estado no quisieron escuchar a la inmensa mayoría o que los intereses de los violentos se impusieron ante el clamor del pueblo, etc.” es como crónica de una fracaso anunciado. 

Propuesta

Los revolucionarios se caracterizan por un aspecto fundamental, siempre le hablan a los explotados con verdad y claridad, al contrario los burgués siempre mienten o confunden al pueblo pretendiendo buscar su bienestar. En este sentido, ¿por qué seguir disfrazando el socialismo con la famosa paz con justicia social? ¿Por qué levantar una bandera (la paz) que interesa tan poco a los obreros? El camino más acertado es apoyar incondicionalmente a todos los sectores sociales que piden un cambio radical en el país como los estudiantes, obreros, campesinos, indígenas, etc. sin inmiscuirlos en los cuentos de la guerra y la paz. Por ejemplo, los indígenas del Cauca que con su larga tradición de lucha contra los terratenientes pidieron dignamente la salida de los militares y guerrillas de sus territorios, ¿será que la comunidad organizada pidiendo respeto en sus territorios se está equivocando? No…lo malo fue no apoyar a un sector con más siglos de lucha que las guerrillas. 

El socialismo es inevitable por que se fundamenta en el bienestar de la población trabajadora, al contrario la paz con justicia social es un invento criollo, porque a la imposición de las ideas de la guerrilla se le llama revolución (que tiene pocas probabilidades), y a la continuación normal del país se le llama democracia burguesa. Así, lo último que deben hacer las organizaciones sociales es apoyar  la guerra o la paz, lo mejor es seguir su camino de lucha pues en cualquier momento un partido las reunirá, no entorno a la paz, sino al socialismo.



[1] http://www.cedema.org/ver.php?id=5159

martes, 4 de septiembre de 2012

Polo: la esperanzas puestas en un falso partido


En la medida que la estrategia siga siendo ganar alcaldías y gobernaciones, solo esperen odio de las masas. Porque no es simplemente lavarse las manos con los alcaldes que ya salieron, en la historia colombiana ustedes (Polo) van armando un prontuario tan perverso como los liberales y conservadores. 


polo

La idea que pongo en discusión no agradará a la mayor parte de izquierda en Colombia, claro, como escribí en el primer texto, los militantes colombianos suelen ser pertenecientes o afines al PSOE Colombiano (Polo) o a las guerrillas. Por tanto, reconocer que el Polo es un partido que durante años sólo ha engañado al Pueblo invitándolo a votar por Lucho Garzón, Samuel Moreno y Petro (porque él fue candidato Presidencial del Polo) es realmente doloroso. Además, someter a discusión si las guerrillas realmente son partidos políticos (aunque sean clandestinos)  puede sonar soberbio, pero la discusión tiene que hacerse. Pues la única respuesta sería y contundente que invalida la pregunta  ¿Por qué crear un partido revolucionario en Colombia? es porque ya existe, sin embargo, ninguno de los comentarista tuvo el arrojo para escribir lo más obvio "ese partido ya existe, en vez de hacer preguntas sin sentido, dedíquese a apoyar a... que es un partido... "

En vista que el camino es largo y doloroso para la izquierda colombiana responder a la pregunta inicial, debo decir que tomará más de dos partes, es más, el primer texto era la introducción a la discusión que en las siguientes entregas se irá desdoblando en partes más simples pero necesarias para entender la necesidad de crear "el partido en Colombia". Así, por favor si realmente creen en las organizaciones a las que pertenecen y además tienen la verraquera para respaldar sus acciones, los invito a escribir desde la humildad y claridad que un militante de izquierda debe tener para respaldar su posición, incluso tal ejercicio les servirá para reafirmar sus ideas y saber descartar las frases de los aventureros, de lo contrario, me temo que la izquierda colombiana (como los izquierdistas que conozco) está compuesta sólo de borregos que a falta de ideas hablan con bravura y simplemente recurren al desprestigio diciendo descontextualizado y con un desconocimiento e inexactitudes enormes, pues si hay desconocimiento ¡evidéncielo!, si hay errores ¡subráyelos!, si no respuestas como "es demasiada larga para escribirla", realmente oculta olímpicamente los vacíos y el desconocimiento propio.

Polo: la esperanzas puestas en un falso partido

Hablar en contra del PSOE colombiano (Polo) es difícil y atrevido, pues el país ha atravesado la larga etapa del fascismo en los últimos años. Las masas explotadas durante la pasada década realmente estuvieron del lado de la clase conservadora y terrateniente, fue un retroceso gigante, concebir que las masas pudieran seguir el proyecto político económicamente más lesivo para el proletariado colombiano, recuérdese "La tabla de indemnización por despidos se redujo sustancialmente, en especial después de los 10 años... la jornada ordinaria diurna se amplió en cuatro horas. Era de seis de la mañana a seis de la tarde y ahora va de seis de la mañana a 10 de la noche... El trabajo dominical y festivo que antes tenía un recargo del 100 por ciento sobre el salario ordinario, tendrá ahora un recargo de sólo el 75 por ciento"[1] Además, como en todo país fascista todas las organizaciones que tuvieran cualquier tinte de izquierda fueron asediadas y miles de sus militantes asesinados. En este contexto es que varias organizaciones sindicales, campesinas, indígenas y partidos minoritarios deciden dar inicio a procesos de unidad durante varios años (2002 al 2005) hasta lograr configurar el actual Polo. Entre las organizaciones podemos destacar: Frente social y político (donde confluía la Unión Patriótica, el Partido Comunista Colombiano, el Poder Unido Popular, el grupo Presentes por el Socialismo, entre otras agrupaciones sociales y sindicales), Anapo, Alternativa Política colectiva (Ex-militantes del M19), MOIR (Movimiento Obrero Independiente  Revolucionario), CUT (Central Unitaria de Trabajo) y un centenar de organizaciones pequeñas[2].

Ya desde los inicios el Polo nos presentó el camino, intentar ganar todos los puestos burocráticos que existen en el país. Recordemos que la izquierda colombiana desde mediados de los ochenta ha participado de una forma u otra en los puestos gubernamentales, incluso la UP tuvo concejales, diputados, congresistas y estuvo a cargo de alcaldías. El hoy ex-polista y odiado Samuel Moreno fue baluarte de la izquierda como senador en 1991, 94, 98 y 2002. En general podemos decir que el Polo seguirá ganando en las siguientes campañas locales y nacionales, ocupando sillas en la cámara y senado, así sea como minoría.

La táctica polista: comerse el país desde adentro.
Normalmente el polista promedio no cree en un cambio radical o revolucionario para el país, se imaginan la patria como una Bogotá gigante, llena de megacolegios y comedores comunitarios, como en Bogotá, que las políticas públicas permitan la participación de las minorías excluidas: mujeres, jóvenes, artistas, antitaurinos, vegetarianos, etc. Realmente este tipo de pensamiento es mucho más progresista que cualquier otro partido en el país, sin embargo ellos renunciaron a la posibilidad de ofrecerle una salida revolucionaria a los explotados: campesinos, indígenas y obreros. Por ejemplo, si los polistas llegan al Palacio de Nariño (pues han ocupado en segundo cargo de importancia en el país) qué podríamos esperar. De la misma forma de la capital Bogotá y el departamento de Nariño no sufrieron transformaciones radicales, igualmente los militantes no deben esperar una alternativa, simplemente algunos retoques en la verborrea de los derechos, es decir en la práctica el Polo se transformó en el PSOE colombiano.

El polista radical, los supuestos buenos polistas y los revolucionarios de corazón que tanto defienden el Polo, dirán: no se olvide que el polo se conforma de varias tendencias, lo importante es que tendencia predomina en el Polo, si la Anapista, la Moirista o el P. Comunista, etc. A lo que debe responderse, no nos engañemos, el Polo domino ocho años a Bogotá y  realmente no existe un movimiento de masas, al contrario la gente perdió toda confianza por el Polo al descubrir que fueron igual de tramposos que sus predecesores. ¿De que serviría ganarse miles de alcaldías, gobernaciones e incluso la presidencia en Colombia? Para nada, ellos nos han demostrado que una ciudad puede ser controlada por la izquierda y realmente quedar en el mismo punto de partida varios años después.
Como no se trata de ir opinando sobre un tema y otro, e ir despotricando sobre todo el mundo, hagamos un balance de lo sucedido en Bogotá y Nariño. Cuando las masas en Bogotá protestaban contra Transmilenio, cuando los camioneros bloquearon las vías, cuando los bancos mandan desalojar las casas, cuando los estudiantes protestan, en fin cuando las masas deciden repeler contra la violencia de la burguesía, ¿cómo contestó el Polo? Con violencia, igualmente los desalojos se siguen produciendo, los vendedores ambulantes siguen siendo perseguidos, en las manifestaciones en los últimos ocho años, igualmente la policía le ha pegado a la gente. Como es lógico el Polo no podía comportarse como un partido demócrata ejemplar en medio de un país de violencia constante frente a las masas.

¿Cuál es el problema de la táctica que el Polo tiene, y que los supuestos polistas revolucionarios no ven? Qué es antagónico organizar las masas para que protesten en la lucha por sus derechos, y cuando estén en las calles reprimirlas. O acaso olvidamos que Nicolás Neira de 15 años murió en Bogotá en el 2005 por una golpiza de la policía en un primero de mayo. Acaso, es normal que los jóvenes revolucionarios mueran en las calles en la famosa ciudad de la izquierda bogotana. Qué responden los "buenos polistas": la policía bogotana no depende de la alcaldía, sino de los fascistas de Uribe y Santos. Entonces para qué sirve tener una alcaldía, si de todas formas las masas sufrirán si deciden revelarse.

Polistas no pueden ser promotores de la revolución y verdugos de los revolucionarios, ¡escojan! Responderán los izquierdistas bravucones: el que escribe es un anarquista que no conoce la importancia de la política y la lucha parlamentaria. Está bien, claro que es necesario un partido, es más en Colombia no existe, claro que es necesario figuras políticas, pero nunca ellas pueden ser responsables de la violencia contra las masas. En síntesis la estrategia del Polo parece como una enfermedad que poco a poco inunda el cuerpo, ganar alcaldías y gobernaciones, soñando algún día llegar al Palacio de Nariño y vender a los explotados la idea del cambio. Pero la historia demostró que es una enfermedad muy benigna porque necesito de un ex-polista para arrebatarles el control de su dichosa ciudad.

En la medida que la estrategia siga siendo ganar alcaldías y gobernaciones, solo esperen odio de las masas. Porque no es simplemente lavarse las manos con los alcaldes que ya salieron, en la historia colombiana ustedes (Polo) van armando un prontuario tan perverso como los liberales y conservadores en su tiempo. Y si los "buenos polistas" quieren seguir apoyando tan erróneo proyecto, pregúntense ¿qué país sobre la tierra hizo una revolución ganándose alcaldías y gobernaciones? ¡Ninguno!, al contrario, fue diciéndole a la gente que no creyera en cambios minúsculos y parcelados. Que son los obreros, campesino e indígenas los que sustentan este país y en consecuencia son ellos sus legítimos dueños.
No escribo más porque es molesto leer textos largos en el computador. Los comentarios los iré contestando en los siguientes textos que tratarán sobre: Terrorismo de estado (forma socialdemocrata de entender la violencia burguesa). Posibilidades del partido: abierto, clandestino, legal, ilegal, público y secreto. ¿Cómo entender el carácter y las tácticas de los pequeñoburgueses?


[1] http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-979506
[2]https://docs.google.com/viewer?a=v&pid=explorer&chrome=true&srcid=0B4k8MiorBehHOTNjNDk3YWUtNjExNy00Y2MyLWExMzMtYWYzOWRiYjExZGUx&hl=es&pli=1

¿Por qué crear un partido revolucionario en Colombia?


Sépase, al PSOE colombiano (POLO) nadie lo crítica, ni las guerrillas. Sí las guerrillas rivalizaran el espacio político les harían saber a las masas que no confíen en ese partido socialdemócrata.
 
La historia reciente de Colombia está marcada por un desplome del proletariado y campesinado, miles de dirigentes sindicales y líderes campesinos ha sido asesinados en el país en los últimos años, así la posibilidad de un movimiento revolucionario ha descansado en  las manos de las guerrillas (FARC y ELN) que día a día ven negándose la posibilidad de acceder al poder por medio de la guerra de guerrillas, pero ¿existe otra posibilidad?
El siguiente texto intenta demostrar como en Colombia por el momento no existe un partido u organización revolucionaria capaz de llevar a los explotados a la conquista de un gobierno revolucionario, así la tarea principal de los sectores revolucionarios es crear un movimiento político capaz de apersonarse de dicha tarea. Pero, si la tarea es crear una organización política en Colombia capaz de liderar un movimiento revolucionario, nos debemos preguntar primero como está conformada la izquierda colombiana y por qué es incapaz de liderar dichos cambios.

La izquierda Colombiana después de la destrucción de la UP (Unión Patriótica) en los ochentas y noventas vio aniquilada la posibilidad de crear un partido político capaz de ocupar el espacio dejado por ella, así se crea el Polo Democrático (2005) para intentar unificar una serie de pequeños movimientos políticos con poca influencia en el país, luego de varios años ganando alcaldías, consejos, gobernaciones, etc. demostraron que ellos simplemente ofrecerían un camino socialdemócrata que pocas esperanzas siembran el obrero y campesino. No sólo la posibilidad de una transformación revolucionaria en el país se ve imposible con estos burócratas, incluso la forma de administrar les permitió mostrar sus verdaderas habilidades: tramposos. Para recordar solo el mencionado caso de la alcaldía de Bogotá con sus carruseles de contratación y la traicionera figura de Samuel Moreno. 

En tales circunstancias los obreros, campesinos e indígenas solo tienen en la legalidad un partido de izquierda que cada día se convierte en una burla para cualquier cambio serio en el país, es mejor actuación han tenido el Partido Laborista en Inglaterra y el PSOE en España aprobando recortes para los trabajadores. Sin embargo el lector desprevenido pensará: tranquilos porque en Colombia existen guerrillas que enfrentan al estado colombiano y más tarde que temprano ellos transformarán a Colombia en la Cuba continental.

Más allá de si las guerrillas están en ascenso o descenso en el país quisiera decir por qué ellas no tienen un espacio político en el país. El problema político no radica en su carácter clandestino, que sería la primera impresión para decir el porqué ellos no son un partido, así ellos digan serlo. Si se revisa con meticulosidad las acciones y los discursos de las guerrillas, ellas nunca han hablado en contra de la lucha parlamentaria, incluso en algunos municipios apartados es conocida su influencia para posicionar ciertas personas en puestos burocráticos legales (alcaldías, consejos, etc.). Lo anterior es la mal entendida teoría de la lucha combinada, de tal forma que se intenta ganar algunas posiciones dentro del estado y al mismo tiempo se combate contra la fuerza pública para evitar su presencia en ciertos territorios. Aunque suene extraño esta situación se ha presentado por años en el país.
¿Pero realmente esta táctica les ha funcionado en el nivel político? ¡NO! Porque la sociedad no los ha conocido como partido político, siempre se ha sabido que son una fuerza militar que en algunas zonas puede simpatizar con algún partido político legal y así establecer su influencia. Pero el centro del asunto es que las guerrillas dicen tener un partido político (PCCC para las FARC), entonces cuál es distancia y posición con los demás partidos políticos desde su ilegalidad, Ninguna. En su combinación de lucha las guerrillas confundieron a las personas haciéndoles creer que es posible ir a votar un día y al siguiente empuñar un fusil. Los más indignados dirán falso, la posición de las guerrillas es llegar al poder por la vía armada. Momento para responderles: si entonces por qué sus dichosos partidos clandestinos nunca han hablado contra los socialdemócratas del Polo que con tanta facilidad engañan a las masas con sus propuestas socialdemócratas.

No, sépase, al PSOE colombiano nadie lo crítica, ni las guerrillas. Sí las guerrillas rivalizaran el espacio político les harían saber a las masas que no confíen en ese partido socialdemócratas, nuevamente los izquierdistas responderán: las guerrillas siempre han desenmascarado a los partidos uribistas, conservadores y verdes. Contra este argumento se debe decir, claro es importante hablar mal siempre de la burguesía y de sus partidos principales, sin embargo los partidos revolucionarios tienen esa tarea y la más importante desenmascarar los partidos secundarios de la burguesía (socialdemócratas) que son los más difíciles de enfrentar por su verborrea populista. Así el PSOE colombiano goza de total impunidad en nuestro país y no hay indicios de que los socialdemócratas colombianos (POLO) reciban críticas de un sector revolucionario.

Por esto la primera tarea es crear un partido revolucionario que dispute el espacio político, y le arrebate las pocas masas al Polo y le dé una dirección política las masas que secundan a las guerrillas.